De los primeros privilegios otorgados por Fernando III el Santo, en el Fuero de Cuenca del siglo XIII a la “Muy Leal Villa” de Sabiote, fue el de la concesión de las Ferias que habrían de celebrarse con arreglo a las bases y fecha por él fijada. El documento dice así:
“…Otorgo además Ferias que comiencen ocho días antes de la Fiesta de Pentecostés y duren hasta ocho días después de la misma fiesta y todo aquél que a estas Ferias viniese, ya sea mozo, ya viejo, ya moro, ya cristiano, ya judío, venga según quiere, y si alguno empeorase o enturbio hiciere, peche mil maravedíes y el daño que hiciere lo peche doblado y si no tuviese de qué pechar sea ajusticiado. Y si matare, métasele en el nicho con el muerto, y todo aquél que a hombre hiriere en las Ferias córtesele la mano y aquél que alguna cosa robare peche al señor mil maravedíes, y si no tuviese de qué pechar sea ajusticiado, y el que pegare sea también ajusticiado”.
Hasta aquí con toda su belleza lingüística el otorgamiento por el cual nuestro pueblo comenzó a celebrar sus Ferias y la mano justa de un Rey que con la misma mano que daba privilegios descargaba justicia.
No sabemos hasta cuándo se celebraron las Ferias por Pentecostés. Afirmamos que la celebración de nuestras Ferias de Agosto comenzaron al ser reconocido por el pueblo a San Ginés como Patrono y Protector. Existen documentos que constatan que en 1635 las fiestas se celebraban ya en honor a este Patrón.
Entre 1886 y 1888 las Ferias se celebraron los días 2, 3 y 4 de septiembre, desconociéndose el motivo.
Desde 1889 hasta la actualidad, las Ferias y Fiestas de la localidad se han vuelto a celebrar en honor a San Ginés de la Jara, celebrándose entre el 22 y el 26 de agosto.
Nuestras Ferias son alegres, tranquilas y sanas. Desde el 15 de agosto, la villa se prepara para gozar de un justo y merecido descanso unido al jolgorio callejero. Para el día 20 ya han llegado todas las atracciones de feria, casetas, churrerías, etc. El día 22 comienzan las Ferias con la salida tradicional de Gigantes y Cabezudos en la Puerta de la Villa, que recorren las distintas calles de la localidad.
El día 25 de agosto, el día del patrón, tiene lugar la solemne fiesta religiosa en su honor. Por la tarde se procesiona la imagen de San Ginés desde la Iglesia de San Pedro Apóstol hasta la Ermita que lleva su nombre. Al finalizar tiene lugar la tradicional subasta de las roscas. Después se quema una bonita colección de fuegos artificiales.
Destaca la despedida de Gigantes y Cabezudos de las fiestas y a las 12 de la noche tiene lugar un espectáculo piromusical en la Plaza del Castillo.