Se celebra cada 17 de enero desde tiempo inmemorial. Hace unos cuarenta años era tradicional soltar varios cerdos por las calles para, una vez cebados por los vecinos, subastarlos y con su importe ayudar a los gastos.
En la actualidad este día comienza con una fiesta religiosa, a la que asisten agricultores, ganaderos, artesanos y el Hermano Mayor. Al finalizar la misma comienza la procesión de este santo por las distintas calles de la localidad. Acabada la procesión el Hermano Mayor ofrece un fugaz refrigerio a los asistentes. Por la tarde se celebran las tradicionales hogueras de San Antón, en las que se fuman los cigarrillos de matalahúga, y se comen rosetas y tueste de garbanzos.