El entorno del castillo lo forman, principalmente, espacios libres y las típicas calles del Albaicín que ofrecen un atractivo especial.

Fernando III, en el fuero de Sabiote, daba esta orden: “Que todos los que casa quisieran fazer en Sabiote, han de hacerlas próximas al Castillo, porque éste es grande en dignidad y poderío”.